viernes, 22 de abril de 2016

FO DENG










Lo que mi amigo Li me dijo

Se mueve el sol, también lo hace la luna.
Las horas y los días, los meses,
las estaciones y los años
se mueven, pero saben su destino.
Los cien ríos caminan hacia el este
para llenar el mar con sus espumas.
Solo nosotros nos movemos sin saber la causa,
sin saber dónde se halla el fin de nuestra historia.
El sabio, sin embargo, no se mueve;
habita en su cabaña y no camina,
no persigue quimeras, tampoco busca
la casa del dragón y sus riquezas,
y no ambiciona el don de tocar el cielo.
Cuando atardece tañe su flauta.
Así despide al sol y recibe a la luna.
Solo los árboles, las nubes,
solo las rocas y los pájaros
escuchan sus arpegios y entienden
qué dice la secreta melodía.



Traducción de Ovidio Fierro.

Imagen: Hans Thoma, Moonlight Geiger, 1890.


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