Salmo
XXVI
Después de tantos ratos mal
gastados,
tantas obscuras noches mal
dormidas;
después de tantas quejas
repetidas,
tantos suspiros tristes
derramados;
Después de tantos gustos mal
logrados
y tantas justas penas
merecidas;
después de tantas lágrimas
perdidas
y tantos pasos sin concierto
dados,
Sólo se queda entre las
manos mías
de un engaño tan vil
conocimiento,
acompañado de esperanzas
frías.
Y vengo a conocer que en el
contento
del mundo, compra el Alma en
tales días,
con gran trabajo, su
arrepentimiento.
Imagen: Georges de La Tour,
La Madeleine repentante, hacia 1640.
No hay comentarios:
Publicar un comentario