domingo, 12 de julio de 2015

AURELIO DALMAZZO










Amantes de domingo

Debo decirte adiós. Hoy es domingo.
El día anda muriéndose
igual que tú y que yo. Todos morimos.
Los domingos se muere uno un poco,
más que el lunes o el viernes, por ejemplo.
Y no parece darse cuenta nadie.
Acaso porque nadie recupera
en domingo su amor y en domingo lo pierde.
Y siempre acecha el miedo de no hallarte
el domingo que viene o cualquier otro
domingo del mañana.
                                     ¿Y si me muero
el martes, por ejemplo? Y tú el domingo
esperándome y yo sin el teléfono
para avisarte (¿Dónde estás? No vienes).
Tampoco tengo manos para escribirte una carta
y decirte en qué calle del cementerio
vivo ahora y decirte el número exacto
 con el fin de que puedas visitarme
cada domingo.
                          ¿Irías desnuda
como hace un rato estabas para que podamos, amor,
tú y yo hacer el amor cada domingo?


Traducción de Alberto Russo.

Imagen: Louis Jean Francois Lagrenée, Marte y Venus, alegoría de la Paz, 1770.


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