jueves, 9 de julio de 2015

DAVID LÓPEZ GARCÍA










Leyendo a Li-Young Lee


                                  God can't find us
                                      in any of His coat Pockets
                                      Li-Young Lee


Aquel día me hallaba en casa;
me senté a descansar y cogí un libro
que decía que Dios lleva zapatos,
que posee un abrigo grande y cálido
y que podemos escondernos
en sus bolsillos donde luego
tal vez no nos encuentre
entre tantas montañas, tanta lluvia,
nubes y mares, islas, tanta gente,
tantos árboles, barcos y tranvías,
palabras y sombreros,
lágrimas, decisiones,
espuma y humaredas.

De vez en cuando Dios mete su mano
y allí encuentra la luna,
algún lirio, un arroyo, un pájaro
que habla con su vecino,
un verbo irregular, un nombre propio,
la barba del alcalde,
el manto de la noche, una manzana
que muerde mientras ríe…

Más tarde me dormí y vagando estuve
por el negro vacío de los sueños.
No sé si dentro o fuera del bolsillo.
Seguramente fuera.


Imagen: Jan Brueghel el Joven, Dios creador del sol, la luna y las estrellas.



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