miércoles, 1 de julio de 2015

DARIO POPESCU










Poca cosa

El día amaneció vacío, torpe,
tan gris como un presagio sin aliento.
Cuesta pensar, sentir la luz radiante
de julio, por ejemplo, entre los pinos
en este amanecer donde no existe
ni siquiera lugar para la pena,
la compañera fiel que te acompaña
aun cuando la desprecies o la ignores.
Las esquirlas del sueño aún nos hieren
y las palabras duermen en los labios,
sin embargo la vida continúa:
la gente compra pan y se prepara
para otro día más, para otro día
destinado a diluirse en el olvido;
los coches van y vienen, las palomas
vuelan hasta posarse en el alféizar;
tal vez llueva, la luz quizá retorne,
alguien pone la radio, alguno tose,
alguien quitó la escala que desciende
hasta la misma boca del infierno…

Como verás es poco, poca cosa
para llenar un día miserable
cuando no estás conmigo.


Traducción de Daniel Ortega.

Imagen: Edward Hopper , Office In A Small City, 1953.


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