Juicio
astronómico del día
Tan vergonzosa Venus, tan
mirlada
Iris salió del sol, que
parecía
que, celosa de Dafne, daba
al día
escrúpulos de luz
anticipada.
Ni agua ardiente francés,
desentonada
vocal crepusculaba chirimía,
ni despertaba el alba la
poesía
ni el pájaro marcial su
prenda amada.
Tan ronco un búho del
gaznate arranca
la arteria en voz, con tal
agüero en ella,
que le quisiera dar con una
tranca.
Dulce reinaba la amorosa
estrella.
Yo finalmente amanecí sin
blanca;
debió de ser que me acosté
sin ella.
Imagen: John Collier, Priestess of
Delphi, 1891.
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