Anochecida
en el campo
Se está poniendo el sol de
otoño lento
y en el haza hacen sombra
los terrones...
Cantan los que trabajan,
¡ay!, canciones
que por lo bajo canta el
pensamiento.
La noche va encerrándose. Un
momento
cruzan ahogos lejanos, vagos
sones,
y algo sucede que los
corazones
y el campo callan en
recogimiento.
Se alarga el miedo entonces
como un río,
los contornos se encogen y
procura
el horizonte cerrar bien la
puerta.
Y el primer cierzo, cada vez
más frío,
cada sol menos, cada noche
oscura,
pone la vida un poco más
desierta.
Imagen: Caspar David
Friedrich, Campo arado, hacia 1830.
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