Noche
de invierno
Después de contemplarme con
tristeza,
un rictus la sonrisa de tus
labios,
al alba me abandonas, alma
mía,
y mis ojos se cierran: quedo
ciega
ahora que la luz más
necesito.
Nada resulta extraño en esta
sombra
donde vivo cautiva tanto
tiempo.
No sé si pasarán años o
siglos
pero hallaré la luz que me
has negado
y abriré las ventanas y las
puertas
para entrar en el tiempo que
descubre
del jardín que florece los
misterios.
Imagen: Alfons Mucha, Noche de
invierno, 1920.
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