Estando
en la cumbre de Guadarrama
Anciano risco, a quien la
joven nieve
abraza y besa con callados
labios.
Necias corrientes y remansos
sabios,
¡cuán sabio el que a
partirse no se atreve!
Robles, ruinas ya, do el
cierzo aleve
manifiesta sus ásperos
resabios.
Todos imagen sois de mis
agravios,
hasta el cielo me imita
cuando llueve.
Como la nieve, con el risco
estuve;
divídenme los tiempos como
al agua;
y roble soy, a quien
ausencia ofende;
mis ojos son una copiosa
nube:
si te parezco tanto, ¿cómo
enciende,
oh Guadarrama, Amor en mí su
fragua?
Imagen; Jaime Morera, Peñalara (Sierra de Guadarrama), hacia
1891.
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