Lo
fatal
A
René Pérez
Dichoso el árbol, que es
apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque
esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande
que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la
vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser
sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y
un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar
mañana muerto,
y sufrir por la vida y por
la sombra y por
lo que no conocemos y apenas
sospechamos,
y la carne que tienta con
sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con
sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
Imagen: Caspar David
Friedrich, Paisaje rocoso en las montañas
de arenisca del Elba, 1822-23.
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