Un
día Charles Simic quemó a Poe en la chimenea de su vecino
En la torre hay tres
puertas.
Una da al norte,
otra da al sur
y otra da arriba
donde las nubes de color de
rosa
giran sobre la vieja
atalaya.
La del infierno se cerró
hace tiempo.
Fue una mañana de otoño
cuando Simic quemó a Poe
en la cocina del vecino.
Desde entonces los sábados
me encaramo a la torre
y le pido a los cuervos
huérfanos que se sienten a
mi mesa.
Traducción de José Cohen
Domingo.
Imagen: Herbert von Reyl-Hanisch, Böser Traum, 1931.
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