domingo, 2 de abril de 2017

MERCEDES SANDOVAL REVERTE










El árbol

Ahora que mis brazos abro al sueño
en este lecho  ardiente con la fiebre
llevándome a su antojo de la mano,
contemplo la corriente de la sangre
que afanosa alambica la clepsidra
quebradiza del tiempo riguroso.

Ahora me transporta a las alturas,
al reino de las ansias imposibles,
me lleva por caminos ignorados,
me deja abandonada entre la nieve,
me troca en nube, en piedra, en golondrina
y encierra mi dolor en sus mazmorras.

Ahora me recuesto bajo el árbol
siempre verde, leal y silencioso,
que me acoge paciente y efusivo
como hiciera en los días de mi infancia…

Y ahora ruego al árbol recobrado:
“No me apartes jamás de tu memoria”.



Imagen: Laurits Andersen Ring, Kunstnerens hustru og børn i interiør, 1899.





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