Algo
más
Nunca he sabido si acaso la
muerte
era algo más que tocar una
rosa
y sentir que sus pétalos
rojos
se ocultaban, de pronto, en
la sombra.
Me he perdido de noche en un
bosque
y vino a encontrarme la luz
de la aurora,
y he comprendido que el sol
encendido
dora de nuevo las lívidas
lomas.
Porque la muerte no toca a
los hombres
cuando en lo oscuro sus
cuerpos se borran.
Sabe la tierra que late su
entraña,
sabe la noche que todo
retorna.
Sólo los hombres no saben.
Pensamos
que el corazón es igual que
la rosa.
Imagen: Léon Bonvin, Rose and Grasses, 1863.
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