viernes, 27 de marzo de 2015

WANG JIAN










La montaña se alza hasta alcanzar el cielo
y se pierde su cima entre las nubes.
El camino se detiene y no se pueden
escalar las altas paredes de piedra.
El agua se desploma hasta el abismo
con un estruendo que a la vez aturde y conmociona.
Es inútil hablar, es inútil cantar,
incluso la risa o el llanto están aquí prohibidos.
El pensamiento se detiene y el problema
de ser o no ser se desvanece y se olvida.


Traducción de Ovidio Fierro.

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