Tú que sabes tantas cosas
dime por qué vuela el
pájaro;
por qué crecen las espigas;
por qué reverdece el árbol.
Por qué se alumbran de
flores
en primavera los prados.
Por qué no se calla el mar.
Por qué se apagan los
astros.
Por qué es sonoro el
silencio
en la soledad del campo:
y el agua corre a esconderse
entre su risa y su llanto.
Por qué el viento aviva el
fuego
cuando no puede apagarlo.
Por qué el corazón se duerme
si el alma sigue soñando.
Imagen: John Brett, Summer on the Cliffs, 1891.
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