Barro
Mujer
de barro soy, mujer de barro
Ángela Figuera Aymerich
En tanto que el sol rueda
por el cielo
los días que respiras no se
acortan.
Acaso has olvidado lo que
has sido.
Oh Tierra, abre tus brazos
cenicientos
que quisiera yacer en tu
regazo,
hospedaje preciado del
ingenuo,
de aquel que habita un sueño
y no la vida.
Recíbeme en tus brazos,
barro mío,
que el desengaño más que el
plomo pesa
y aún más que el silencio de
tu noche.
Imagen: John Atkinson Grimshaw, Autumn
Regrets, 1882.
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